Hoy queremos enseñaros ejemplos de actuaciones exitosas en espacios sin vida de la ciudad, solares sin uso, tratados hasta el momento como desechos del desarrollo urbanístico.

Muchas veces el vaciado de la ciudad ha conllevado la eliminación de recuerdos, de memoria o la aniquilación de vínculos. Cada vacío produce una desconexión que en algún caso interrumpe el murmullo continuo de la vida urbana. Y en ese sentido, existen zonas de la ciudad con historia y con identidad que no deberían partir de cero a la hora de reprogramarse.

En Zaragoza se decidió acondicionar una selección de solares degradados del casco histórico para devolver estos espacios a los vecinos . Se gestionó con los propietarios los permisos de intervención en los solares, como una cesión gratuita para su uso público transitorio con un mínimo de 12 meses. Así, cualquier intervención que se realizase debía ser reversible.

No se puede entender el espacio público sin su dimensión social, sin su comprensión como espacio de intercambio, de interacción. En cierto modo, una de las innovaciones propuestas por el programa es la intervención a través de procesos participativos de los ciudadanos en la concepción y el diseño de la ciudad (diseño de una ciudad amable).

Internet y las redes sociales se han revelado como una gran herramienta para llevar a cabo el proceso de participación ciudadana. El equipo de «Esto no es un solar» abrió un blog y utilizó Facebook para propiciar, facilitar y acelerar la participación de los vecinos tanto en la propuesta del programa como en su gestión.

Para que este tipo de programas tengan éxito es fundamental que exista un contenido que desarrollar. Es en este punto donde se hace necesaria la participación ciudadana.